

Jun-seo (Song Seung-heon) y Eun-seo (Song Hye-kyo) crecían felices como hermano y hermana hasta que el resultado de un análisis de sangre dio un giro a sus vidas. El análisis de sangre, realizado tras un accidente de coche, reveló que cuando nació Eun-seo la habían cambiado por otra niña. Al conocer esto, a ella la llevaron con su familia de nacimiento y la familia de Jun-seo se fue a Estados Unidos. Años después, recién cumplidos los 20, Jun-seo volvió a su ciudad natal en Corea donde un día se encontró con Eun-seo de modo inesperado. En esa época Eun-seo salía con Tae-seok (Wonbin), hijo de una familia adinerada. Ella no se daba cuenta de cuánto le había extrañado desde entonces. Los dos trabajaban en el mundo del arte y empezaron a pasar tiempo juntos. Habían crecido creyendo que eran hermanos pero ahora surgían sentimientos entre ambos que les provocaban preocupación e inseguridad.Tae-seok y decide no contarle a Jun-seo que tiene cáncer. Pero su estado empeora. Entonces, Jun-seo se entera de todo lo que Eun-seo le había estado ocultando y corre a la cabecera de su cama. Pasan el tiempo de vida que le queda en el estudio de arte de Jun-seo. Vuelven a la playa que habían visitado durante su infancia y mientras Jun-seo lleva a Eun-seo en su espalda, ella exhala su último suspiro.